¿Los juegos olímpicos, juegos limpios?

Últimamente se ha producido una gran polémica ante la negativa de algunos deportistas a entrenarse en China de cara a las pruebas olímpicas e incluso la renuncia a participar, como es el caso de Haile Gebrselassie. Llama especialmente la atención, ya que supongo que dejar pasar la oportunidad de participar en unos juegos olímpicos es una decisión importante para un deportista de élite. Pero lo que más me ha sorprendido, es por qué en la elección de la sede olímpica no se tienen en cuenta los efectos de la contaminación sobre la salud. Los juegos olímpicos deberían ser una oportunidad para unir pueblos en una actividad tan universal como es la práctica deportiva. ¿No os parece una paradoja que precisamente el deporte que siempre se ha asociado con la salud vaya a celebrarse en condiciones ínfimas para la misma? ¿Acaso las sedes olímpicas no debieran ser un ejemplo al mundo de desarrollo sostenible?


Todas estas preguntas me surgieron con la lectura de un reportaje publicado en El País que os invito a que leáis aquí.

Grullas en Vuelo


Grullas en vuelo es una exposición ciertamente muy interesante que podemos visitar estos días en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria.

Se trata de un proyecto desarrollado en Estados Unidos que ahora llega hasta nosotros, a través del mismo se puede observar el delicado equilibrio entre el hombre y su medio, a través de la mirada de los artistas sobre unos animales tan atrayentes como las grullas.

Esta exposición nos permite una doble perspectiva, por un lado la atracción del hombre por lo natural, y por otro lado, un acercamiento plástico y visual a este mundo.

El horario de visitas es de 19 a 21 horas, de lunes a sábado. Se puede reservar cita para grupos por las mañanas en el teléfono 942 202 202.

Jaime Rodríguez Morante
C.P. Antonio Muñoz y Gómez (Casar de Periedo)

Una de bichos ... en nuestro jardín

Antes de irnos de vacaciones dejamos a nuestras plantas bien provistas de agua, luz y fresquito, eran muchos días sin vernos y no queríamos que se pusieran malitas. El caso es que andábamos haciendo unos semilleros de lechugas y rábanos, para nuestro jardín, y resulta que al volver después del descanso, los rábanos se han llenado de pulgones.

Si alguien no sabe como son, pues es muy fácil, son un trople de gente pequeñaja (cuidado no confundir con los niños y niñas de infantil de la escuela, pobrecitos míos) y verde, que se colocan en la parte posterior de las hojas, allí se ponen morados a comer y hacer más grande la familia.

Como en nuestro jardín no debe entrar nada que no tenga la naturaleza preparado a tal efecto, sobre todo porque tenemos tres y cuatro años, no es cuestión de andar con cosas raras, nos hemos ido al jardín de la calle, aún está por arreglar, en cuanto haga bueno nos pondremos a ello pero de momento nos ha venido de cine que algunas ortigas anden ellas tan campantes.

Las hemos cortado con guantes y tijera para evitar sustos, las hemos metido en una botella de plástico, de las que reciclamos para nuestras cosas del jardín, y después ha llegado lo mejor, meneito, meneito, todo bien agitado y hemos pulverizado la mezcla para acabar con el pulgón invasor. Deberemos repetir durante algunos días para obtener un buen resultado.

Dicen los güelos y güelas de nuestro pueblo que esto es lo mejor contra el pulgón, veremos si el remedio tiene razón, la otra opción que nos dan es usan tabaco, pero para eso aún somos un poco pequeños.

Espero que el remedio os sirva, por cierto, el exceso de riego suele ser causa de aparición del pulgón, nosotros no podemos evitarlo en nuestra clase, nos encanta regar a todas horas, cosas de la gente pequeña ya se sabe.

Jaime Rodríguez Morante
C.P. Antonio Muñoz y Gómez (Casar de Periedo)