Antes de irnos de vacaciones dejamos a nuestras plantas bien provistas de agua, luz y fresquito, eran muchos días sin vernos y no queríamos que se pusieran malitas. El caso es que andábamos haciendo unos semilleros de lechugas y rábanos, para nuestro jardín, y resulta que al volver después del descanso, los rábanos se han llenado de pulgones.
Si alguien no sabe como son, pues es muy fácil, son un trople de gente pequeñaja (cuidado no confundir con los niños y niñas de infantil de la escuela, pobrecitos míos) y verde, que se colocan en la parte posterior de las hojas, allí se ponen morados a comer y hacer más grande la familia.
Como en nuestro jardín no debe entrar nada que no tenga la naturaleza preparado a tal efecto, sobre todo porque tenemos tres y cuatro años, no es cuestión de andar con cosas raras, nos hemos ido al jardín de la calle, aún está por arreglar, en cuanto haga bueno nos pondremos a ello pero de momento nos ha venido de cine que algunas ortigas anden ellas tan campantes.
Las hemos cortado con guantes y tijera para evitar sustos, las hemos metido en una botella de plástico, de las que reciclamos para nuestras cosas del jardín, y después ha llegado lo mejor, meneito, meneito, todo bien agitado y hemos pulverizado la mezcla para acabar con el pulgón invasor. Deberemos repetir durante algunos días para obtener un buen resultado.
Dicen los güelos y güelas de nuestro pueblo que esto es lo mejor contra el pulgón, veremos si el remedio tiene razón, la otra opción que nos dan es usan tabaco, pero para eso aún somos un poco pequeños.
Espero que el remedio os sirva, por cierto, el exceso de riego suele ser causa de aparición del pulgón, nosotros no podemos evitarlo en nuestra clase, nos encanta regar a todas horas, cosas de la gente pequeña ya se sabe.
Si alguien no sabe como son, pues es muy fácil, son un trople de gente pequeñaja (cuidado no confundir con los niños y niñas de infantil de la escuela, pobrecitos míos) y verde, que se colocan en la parte posterior de las hojas, allí se ponen morados a comer y hacer más grande la familia.
Como en nuestro jardín no debe entrar nada que no tenga la naturaleza preparado a tal efecto, sobre todo porque tenemos tres y cuatro años, no es cuestión de andar con cosas raras, nos hemos ido al jardín de la calle, aún está por arreglar, en cuanto haga bueno nos pondremos a ello pero de momento nos ha venido de cine que algunas ortigas anden ellas tan campantes.
Las hemos cortado con guantes y tijera para evitar sustos, las hemos metido en una botella de plástico, de las que reciclamos para nuestras cosas del jardín, y después ha llegado lo mejor, meneito, meneito, todo bien agitado y hemos pulverizado la mezcla para acabar con el pulgón invasor. Deberemos repetir durante algunos días para obtener un buen resultado.
Dicen los güelos y güelas de nuestro pueblo que esto es lo mejor contra el pulgón, veremos si el remedio tiene razón, la otra opción que nos dan es usan tabaco, pero para eso aún somos un poco pequeños.
Espero que el remedio os sirva, por cierto, el exceso de riego suele ser causa de aparición del pulgón, nosotros no podemos evitarlo en nuestra clase, nos encanta regar a todas horas, cosas de la gente pequeña ya se sabe.
C.P. Antonio Muñoz y Gómez (Casar de Periedo)
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