Esta misma mañana en la escuela ha sucedido algo extraordinario, así lo podríamos calificar sino ocurriera en cada ocasión que hacemos, o al menos intentamos, un agujero en el jardín.
Hoy era el turno de los chicos y chicas de Primaria, han cuidado y estudiado algunas plantas, las gusta los lugares frescos; de esquejes, ya han pasado a plantas completas con sus raíces y tallos perfectamente formados.
Pero cuando hemos intentado hacer un agujero adecuado para ellas, hemos comenzado a ser arqueólogos y no jardineros. La foto da muestra de como está nuestro subsuelo, los años de abandono no pasan en balde, menos mal que estamos esforzándonos en recuperar este pequeño espacio de la escuela, trabajo en equipo y en un plis plas todo listo.
Aquí queda nuestro testimonio, el día que pasamos de jardineros a ser arqueólogos.
Hoy era el turno de los chicos y chicas de Primaria, han cuidado y estudiado algunas plantas, las gusta los lugares frescos; de esquejes, ya han pasado a plantas completas con sus raíces y tallos perfectamente formados.
Pero cuando hemos intentado hacer un agujero adecuado para ellas, hemos comenzado a ser arqueólogos y no jardineros. La foto da muestra de como está nuestro subsuelo, los años de abandono no pasan en balde, menos mal que estamos esforzándonos en recuperar este pequeño espacio de la escuela, trabajo en equipo y en un plis plas todo listo.
Aquí queda nuestro testimonio, el día que pasamos de jardineros a ser arqueólogos.
C.P. Antonio Muñoz y Gómez (Casar de Periedo)
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